A lo largo de los años, muchas mujeres han roto barreras y han logrado hitos en el campo de la tecnología y la ciencia. Nombres como Hedy Lamarr, Marie Curie, Kahterine Johnson o Grace Hopper son ejemplos del papel relevante que puede jugar la mujer en el mundo de la ciencia y la tecnología. De hecho, por poner tres ejemplos, de los 2.000 profesionales que trabajan en la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (REDIT) el 52% son mujeres; en la Universitat de València, el 48,30% del personal investigador y el 47,15% del personal docente e investigador son mujeres, y en la Universitat Politècnica de València, las mujeres investigadoras y las mujeres técnicas de apoyo a la investigación superan el 40%.
Cada vez más, las mujeres se van integrando en estos campos, aunque queda mucho trabajo por hacer para que la implicación sea lo más equitativa posible. En este sentido, hay que destacar que el porcentaje de investigadoras está aumentando en España en los últimos años y representan ya el 42% del personal investigador, según el informe ‘Científicas en Cifras 2023’ elaborado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.
Además, otro informe de este Ministerio, ‘Mujeres e Innovación 2022’, refleja algunas tendencias positivas como la aceleración en la proporción de recursos humanos en ciencia y tecnología entre las mujeres, con un incremento de casi 4 puntos porcentuales entre 2018 y 2021, el doble que en el caso de los hombres.
No obstante, siguen existiendo brechas de género en distintos ámbitos del sistema de I+D+I. Según el estudio ‘Mujeres e Innovación 2022’, las mujeres en estudios de máster en Ingeniería y Arquitectura representan el 32%. En estudios de doctorado la cifra desciende a un 20% en Informática e Ingeniería y es del 32,8% en Industria y Construcción, lo que confirma una importante infrarrepresentación de las mujeres en ámbitos STEM. Respecto al papel que desempeñan las mujeres en la innovación y la transferencia de conocimiento, el informe muestra que, durante 2020, en tres de cada cuatro patentes solicitadas por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) al menos figuraba una mujer en la solicitud, dato que refuerza el papel de las mujeres en las actividades de transferencia de conocimiento emprendidas. Sin embargo, este porcentaje desciende al analizar el número de inventoras en las solicitudes presentadas, un 37,6% frente a 62,4% de inventores.
El informe también coteja los resultados de las diferentes convocatorias de proyectos de investigación relacionados con el ámbito de la innovación. Las mujeres están presentes en el 93% de los proyectos de I+D+I financiados en 2020 por la Administración del Estado y las comunidades autónomas, si bien solo son las investigadoras principales en cerca del 40% de dichos proyectos.
Asimismo, ‘Mujeres e Innovación 2022’ refleja la presencia de las mujeres en los puestos de toma de decisiones en el ámbito de la innovación. Los datos reflejan que las mujeres estaban infrarrepresentadas en 2020 en las empresas que cuentan con el sello de «pyme innovadora» y solo el 15% cuenta con una mujer como representante legal. Además, solo un 15% de las agrupaciones empresariales innovadoras que han recibido financiación cuentan con mujeres en su presidencia, un porcentaje que baja al 3% en las juntas de gobierno.
Una vez incorporadas al mercado laboral, la participación de las mujeres en el ámbito de la innovación refleja diferencias importantes respecto a los hombres. En 2020, el 28,9% del personal interno en I+D en empresas eran mujeres. Por su parte, solo un 24% del empleo creado por las ayudas del CDTI ha sido para mujeres en 2020.
Ante estos datos, y respondiendo a la pregunta que nos hacíamos al principio (¿cuál es el papel de la mujer en la innovación?), podemos apuntar diferentes respuestas:
- La diversidad de género aporta nuevas y diferentes perspectivas y amplitud de conocimientos, lo que aumenta las posibilidades de enfrentar de manera más eficiente un problema/investigación.
- Tal y como afirma la Unión Europea, reducir la brecha de género en los campos de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas puede ser beneficioso para la sociedad y la economía en conjunto, ya que garantiza una mano de obra diversa, con puntos de vista distintos que pueden proporcionar soluciones únicas a los problemas y aumentar la calidad de la investigación y la innovación. Además de generar más puestos de trabajo y contribuir al crecimiento de la economía europea.
- Las emprendedoras suelen tener iniciativas con impacto social y medioambiental, y con servicios dirigidos a un consumidor final, iniciativas muy alineadas con los requerimientos de la sociedad actual.
- Las mujeres son mayoría en las rama de estudios de Ciencias de la Naturaleza y la Salud donde hay una presencia abrumadora de mujeres en grados como Enfermería (81,75 %), Biomedicina (75,08 %), Medicina (68,71 %), Bioquímica (65,82 %) y Biotecnología (61,70 %).
Los datos que maneja la OCDE dicen que el 80% de los empleos en el año 2030 serán para perfiles relacionados con las disciplinas STEM. Las mujeres no pueden perder ese tren, porque además de que estas carreras son necesarias para la innovación y el progreso, muchos de los empleos mejor pagados pertenecen a estas carreras y esta tendencia seguirá en ascenso.