Hay preguntas que han sido míticas a lo largo del tiempo como esa famosa frase de “¿estudias o trabajas?”, pero son preguntas que al fin y al cabo, caen en desuso porque ya no aplican a una sociedad que cambia y evoluciona por minutos.
A nivel empresarial empieza a pasarnos lo mismo… ¿Dónde trabajas? ¿Trabajas en la oficina o en remoto? En los últimos meses, y a lo largo de una pandemia hemos ido desarrollando un modelo de trabajo que se aleja poco a poco del presencialismo, de demostrar que eres el que más horas pasa en la oficina y se aproxima a un trabajo en remoto, a distancia. No obstante, cada modalidad tiene unas ventajas y unos inconvenientes por lo que lo más probable es que como Matthias Beige etiquetó hace unos meses “estamos a las puertas de un nuevo invento: el liderazgo Blended”.
El liderazgo Blended parte de la idea de que cada día nos vamos a encontrar con situaciones en las que tenemos que liderar a nuestro equipo de forma mixta: igual trabajamos un día en remoto porque tenemos un asunto familiar que resolver, o tenemos una persona resfriada que trabajará desde casa, puede ser que nuestro equipo trabaje en distintos países, o incluso que decidamos quedarnos en casa y tener la concentración suficiente para desarrollar un nuevo proyecto.
Aunque de momento no hayamos desarrollado todas las habilidades suficientes, estoy convencida de que en el tiempo empezaremos a ver todas las ventajas que esto nos ofrece en cuanto a nuestra propia productividad y la de nuestros trabajadores (…¡e incluso los beneficios en el clima laboral!).
¿Y qué podemos hacer en este proceso para mejorar la gestión de equipos? Te doy alguna clave que nos acercará a ese liderazgo blended tan potente:
- Conoce a cada integrante de tu equipo y crea las circunstancias perfectas para cada uno: hay personas que se autogestionan perfectamente, otras necesitan más cercanía, hay personas que trabajan perfectamente solas y otras parecen necesitar nuestra presencia. Si les conoces individualmente, irás creando la situación óptima para cada uno de ellos.
- Establece metas, objetivos y medibles y permite que cada uno te proponga por sí mismo cuál sería el mejor camino para conseguirlos. Esto potencia su proactividad y les hace comprometerse con la forma y tiempos que ellos mismos proponen.
- Si la balanza se inclina hacia el liderazgo en remoto, crea circunstancias que les permitan acercarse, verse cara a cara, recuperar la cercanía y el contacto que tan importantes llegan a ser para el ser humano.
- Si en cambio la balanza se inclina hacia el liderazgo presencial, crea opciones (por ejemplo, un día de trabajo desde casa) para que también desarrollen la concentración, la individualidad y la disciplina que se necesitan para trabajar a distancia.
- Atiende a las circunstancias individuales y preocupaciones de cada uno de ellos, no para obsesionarte y cumplir las expectativas de todos ellos, pero sí para gestionarlas y facilitarles todo lo que esté en tus manos. Te aseguro que tú das “uno” pero la gente cuando está agradecida te devuelve “diez”.
- Agradece y reconoce cualquier esfuerzo y resultado que estén dando. Esa es la mejor forma de indicarles el camino correcto ya sea cuando están aprendiendo a trabajar de en remoto como cuando trabajan presencialmente.
Estés en el punto en el que estés, te aconsejo que te unas a ese liderazgo Blended y le saques todo el potencial que te ofrece porque te aseguro que HA LLEGADO.