La apuesta de la Comunitat Valenciana por la innovación está dando sus resultados. Y no solo por la cantidad de empresas de base tecnológica que están eligiendo esta región como sede de sus negocios o por el incremento en el número de startups que surgen aquí. También se ve en el aumento del presupuesto para la innovación empresarial y los agentes de apoyo a las empresas del Gobierno valenciano o en que la proporción de compañías que llevan a cabo actividades innovadoras en nuestra región es superior a la media española.
Y así se ha reflejado en el último Índice de Competitividad Regional de la Comisión Europea. En 2016 el indicador de innovación de la Comunitat Valenciana se situaba con 82,5 puntos, una cifra que prácticamente se mantuvo invariable hasta 2019. Desde entonces, la situación ha cambiado y en 2022 alcanzaba los 92 puntos, en un periodo marcado por una grave crisis económica y una pandemia. En estos años, la Comunitat Valenciana ha escalado más de 50 puntos y se sitúa como la 133 de 234 regiones europeas.
En España, solo Madrid, País Vasco y Cataluña mejoran sus cifras, aunque, entre 2016 y 2022, la Comunitat prácticamente duplica el aumento protagonizado por Cataluña y el conjunto de España, de 14,4 y 14,3 puntos, respectivamente y es 2,5 veces mayor que el de País Vasco.
Este ICR 2.0 se compone de tres subíndices: Básico (que incluye las instituciones, la estabilidad macroeconómica, infraestructuras, salud y educación básica), Eficiencia (enseñanza superior, formación y aprendizaje permanente, eficiencia del mercado del trabajo y dimensión del mercado) e Innovación (disponibilidad tecnológica, sofisticación empresarial e innovación). Comparando con las cifras de 2016, en el subíndice básico la Comunitat ha crecido en casi 20 puntos, situándose por encima de la media europea en instituciones, infraestructuras y salud. Por lo que respecta a Innovación, la Comunitat ha experimentado un incremento de casi 27 puntos, destacando el indicador de disponibilidad tecnológica (que mide hasta qué punto los hogares y las empresas están adoptando las tecnologías existentes), que supera la media de la UE y nacional, situándose en 130,7, e incrementa en 45 puntos en innovación, también superando la media de la UE y nacional. El único apartado que, aunque ha crecido, se mantiene en cifras similares, es el de Eficiencia.
Aunque el informe arroja buenas noticias sobre el nivel de competitividad de la Comunitat Valenciana, también nos deja deberes para alcanzar a las tres regiones que, actualmente son las más competitivas de la UE: Utrecht y Zuid-Holland en Países Bajos y la región de la capital francesa de Île-de-France. Estas regiones tienen un ICR 2.0 más de cincuenta puntos superior al de la Comunitat y destacan en todos los indicadores, menos en salud, donde la Comunitat está al mismo nivel.
Unas cifras que vienen a confirmar los datos de otro indicador de la Comisión Europea, el Regional Innovation Scoreboard (RIS). Según el último índice, desde 2014 ha conseguido aumentar este indicador en un 18,3%, el mayor incremento de todas las regiones españolas, aunque todavía estamos lejos de las grandes potencias europeas.
Y ese es sin duda uno de los retos del ecosistema innovador valenciano: superar la media europea y seguir avanzando para recortar posiciones con respecto a las regiones líderes. Aunque hay que celebrar lo conseguido en los últimos años, no hay que dormirse en los laureles y hay que seguir trabajando e invirtiendo en I+D+i para mejorar la competitividad de nuestra economía.
¿Cómo? Hay tres factores que, sin duda, son garantía de éxito: el impulso público, la inversión privada y la apuesta por la colaboración. Los tres han sido determinantes para que la Comunitat Valenciana haya dado ese salto de calidad y lo van a seguir siendo en el futuro.
Un ejemplo de ello son los institutos tecnológicos de REDIT. Por un lado, el presupuesto del IVACE destinado a apoyar la actividad de los institutos tecnológicos a favor de las empresas valencianas se ha incrementado un 150% desde el año 2015, siendo este un elemento esencial para consolidar la red como una referencia nacional e internacional. Por otro lado, ya son más de 15.500 empresas las que han decidido abordar sus retos de I+D+i con ellos, incrementando un 21% su colaboración con el tejido empresarial, en los últimos 5 años. Esa colaboración público-privada, además, se extiende también a otros organismos, como universidades y centros de investigación.
Así, el afianzamiento de los institutos tecnológicos como una referencia nacional e internacional, junto con el papel del resto de integrantes del ecosistema innovador valenciano, está contribuyendo a posicionar a la Comunitat Valenciana como una de las regiones europeas que más han mejorado en materia de innovación. Hay que continuar por ese camino para convertirnos en una de las regiones líderes en ese campo.
