Hace unos días se presentó el estudio ‘Percepción social de la innovación en la Comunidad Valenciana’, impulsado por REDIT y elaborado por Coto Consulting. Y una de las primeras cifras que aparecía era muy llamativa: El 64% de las empresas encuestadas reconoce que no realiza ningún tipo de innovación o no es consciente de ello. “Si no son conscientes de que innovan, no le darán el valor que merece”, aseguró Fernando Saludes, presidente de Redit.
Otro dato que llama la atención es la falta de cultura de la innovación, tanto en las empresas como en la ciudadanía. Se percibe una falta de claridad en torno a la finalidad de la innovación. Las empresas creen que hay poca concienciación y la sociedad da poca importancia a la innovación y solo la asocia a tecnología. Por ello es clave fomentar la cultura de la innovación y transmitir la importancia de los procesos que tienen que ver con ella.
Y eso a pesar que tanto empresas como ciudadanía tienen una percepción positiva de la innovación. Ambas la relacionan con la mejora en la calidad de vida y con la generación de una mayor eficiencia de los procesos. Las empresas perciben la innovación como una aumento de valor que se traduce en una mejora de los beneficios; la sociedad cree que aporta un mayor bienestar social. Además, la percepción sobre la posición de la Comunitat Valenciana en la lista de comunidades autónomas innovadoras es mayor que el porcentaje real de gasto de I+D sobre el PIB. “Estamos en el sexto lugar y la percepción social nos sitúa en el tercer lugar por parte de la sociedad y en el cuarto por parte de las empresas”, explicó Pedro Reig, sociólogo y socio director de Coto Consulting.
¿Por qué no innovan las empresas valencianas? Y no solo las valencianas, según los datos del INE que recoge el informe, el porcentaje de participación de las empresas españolas en actividades de innovación se sitúa en el 55%, casi diez puntos por debajo de la media de la UE. Y las razones que aportan las empresas valencianas como freno a la innovación se podrían extrapolar al resto de España: falta de ayudas públicas, coste elevado y excesiva burocracia.
¿Qué ocurre con el 36% que sí innova? Las empresas innovan sobre todo en servicios (44,3%) y en procesos, mientras que en la industria destaca la innovación en procesos (64,5%). Principalmente lo hacen para mantener o mejorar su posición en el mercado. Además, tanto empresas como ciudadanía son optimistas en cuanto a la evolución de la innovación en el futuro. El 68,4% de las empresas y el 55% de la ciudadanía considera que irá a mejor.
Por otra parte, el 78,5% de las que dicen innovar, afirman conocer los Institutos Tecnológicos de Redit y el 36% declaran haber colaborado con ellos. En el plan industrial, los datos mejoran, puesto que el 91,7% de las empresas conocen los Institutos y más del 62% han trabajado con ellos. Estos indicadores demuestran que los Institutos de REDIT son un referente para las empresas a la hora de organizar proyectos de innovación de alto valor añadido y de contenido tecnológico, tal y como se destacó en la presentación del estudio. “Los datos no solo demuestran que el modelo valenciano de Instituto Tecnológico fue pionero a nivel nacional e internacional, sino que fue el primero en crear una experiencia que no existía”, expuso el presidente de REDIT .
Eso sí, hay que garantizar la estabilidad del sistema de innovación, clave para abordar los retos científicos y tecnológicos. “Tenemos un largo recorrido y una gran responsabilidad para servir de apoyo a las empresas para que logren ser más competitivas”, expresó Saludes. Y esa apuesta por la innovación ha de englobar a todos: administraciones, empresas y agentes de apoyo, como los institutos, universidades o agencias de investigación. Y también a la sociedad. Porque tal y como afirmó el presidente de REDIT , “si la sociedad no asimila la innovación como algo principal es difícil que tenga un papel preponderante”.